Un baño donde la arquitectura interior se convierte en experiencia

Este baño forma parte de una reforma integral firmada por el diseñador Lell Trevisan, reconocido por su enfoque minimalista, sensible y profundamente funcional. En esta propuesta, cada elección responde a una intención: crear un espacio atemporal, relajante y sofisticado, donde la luz, los materiales y la geometría convivan en equilibrio perfecto.

El elemento más distintivo es la pared voladora que divide la zona de ducha, diseñada con una hornacina iluminada y retroiluminación LED en todo su perímetro. Esta solución arquitectónica no solo crea una atmósfera envolvente y acogedora, sino que también permite el paso del agua hacia el desagüe sin obstáculos visuales ni físicos. Una fusión impecable entre técnica y estética.

El revestimiento cerámico, de formato vertical y textura estriada, juega un papel clave. La colección elegida combina tonos cálidos piedra con acabado mate que refuerzan la sensación de continuidad, limpieza y pureza visual. Todo el conjunto se apoya en una base cromática neutra, que aporta serenidad y eleva los elementos decorativos seleccionados: nichos empotrados, estanterías de madera natural y detalles vegetales sutiles.

El lavabo suspendido con doble seno, el espejo con luz perimetral y los accesorios en negro mate completan la composición. La iluminación ha sido pensada en capas: general, puntual y ambiental, lo que permite que el baño se adapte a distintos momentos del día y estados de ánimo.

Este diseño es un claro ejemplo de cómo Lell Trevisan entiende el interiorismo: no como una acumulación de tendencias, sino como la creación de espacios que hablan de las personas que los habitan.

Un baño donde la arquitectura interior se convierte en experiencia

Baño minimalista de lujo